MELASMA

El melasma es una hipermelanosis adquirida, crónica, recurrente y simétrica que se caracteriza por manchas en áreas expuestas al sol, circunscritas, de color café claro a oscuro y ocasionalmente grisáceo, de tono variable. Es más frecuente en mujeres que en hombres, aparece en todos los fototipos cutáneos, particularmente en los fototipos III a V, de quienes viven en áreas con intensa radiación ultravioleta (uv). Es un padecimiento cutáneo que afecta la calidad de vida.

Las causas del melasma no se entienden completamente, pero los factores desencadenantes pueden incluir influencias genéticas, hormonales y exposición a la radiación uv. Si bien los factores anteriores se encuentran en el inicio del melasma, se ha observado una combinación de las causas mencionadas. El factor de mayor importancia que contribuye a la aparición de esta dermatosis es la exposición a los rayos ultravioleta. Con respecto a las hormonas sexuales femeninas, tanto estrógenos como progestágenos han sido implicados en su desarrollo. En fecha reciente se han considerado factores relacionados con el proceso inflamatorio.

CAUSAS

Las causas exactas que inducen la aparición del melasma no se conocen del todo; sin embargo, se han descrito múltiples factores implicados en su etiopatogenia, los cuales incluyen predisposición genética, exposición al sol, influencia de hormonas, procesos inflamatorios de la piel, uso de cosméticos, esteroides y fármacos fotosensibilizantes.

TRATAMIENTO TÓPICO

Actualmente, el uso de despigmentantes tópicos es el estándar de oro en el tratamiento tópico del melasma.  Deben evitarse factores desencadenantes como la exposición intensa a radiación uva, uvb, infrarrojos y luz visible, así como uso de anticonceptivos hormonales y fármacos fotosensibilizantes.

FOTOPROTECCIÓN

Todos los pacientes, independientemente del grado de severidad del melasma, deben utilizar fotoprotección diaria, constante y permanente.

La fotoprotección química recomendada debe consistir en fps 50+, uva factor 28 y contra luz visible, con absorbedor del pigmento.

La aplicación del fotoprotector químico debe realizarse cada cuatro horas, capa sobre capa, la cantidad suficiente que ocupe un pulpejo y que cubra generosa y ampliamente el área a tratar. 

Es indispensable el cambio de hábitos, como el uso de ropa y complementos (sombreros, lentes, paraguas, etc.) para el tratamiento y control del melasma.

https://www.medigraphic.com/pdfs/cosmetica/dcm-2018/dcm181c.pdf