LIMPIEZA FACIAL PROFUNDA

Una limpieza facial es un procedimiento que tiene como finalidad purificar la piel y ayudar al rostro a lucir mejor.  Pero ¿cómo sabemos cada cuánto hacernos una limpieza facial? Todo dependerá siempre de tu tipo de piel, pero los profesionales aconsejan una frecuencia óptima de una vez al mes para una limpieza profunda y una o dos veces por semana, si la hacemos en casa.

BENEFICIOS

A pesar de que desmaquillemos y limpiemos la piel dos veces al día, tanto por la mañana como por la noche, siempre quedan residuos acumulados y es posible que la dermis no llegue a oxigenarse por completo y, por tanto, le cueste más trabajo renovarse. Por todo ello, es importante someter la piel del rostro a una limpieza profunda profesional una vez al mes para lucir un cutis radiante y mucho más joven. Para que puedas convencerte de la eficacia de este tratamiento, en las siguientes líneas te detallamos cuáles son los principales beneficios de la limpieza facial:

  • Se remueven todas las células muertas de la piel y se eliminan las impurezas acumuladas de manera profunda.
  • Permite que la piel se oxigene desde el interior ayudando al proceso de regeneración celular que tiene lugar sobre todo por la noche.
  • Desobstruye los poros por completo, los descongestiona y, además, reduce su tamaño, por lo que serán mucho menos visibles en el rostro, eliminando los puntos negros.
  • Contrarresta los efectos nocivos de agentes externos contaminantes y medioambientales en el cutis, minimizando la oxidación de la piel.
  • Retrasa el envejecimiento, previene la aparición de arrugas y el resultado es una piel mucho más luminosa, tersa y sedosa.
  • Aumenta la hidratación de la piel y los cosméticos o tratamientos aplicados después se absorben mucho mejor.
  • Combate y disminuye los signos de fatiga y cansancio en el rostro.
  • Se activa la circulación sanguínea en la zona y se tonifican los músculos faciales.